Ellos han pasado el pasado vivos, como si no hubieran tenido nada. ¿Pero quién podría haber decidido si se perdieron o si tan solo llegaron tarde?¿Se necesita tiempo para engañar? Vivieron desde el ayer hasta las sombras, en el más puro deleite, olvidándose del milagro del olvido. Vivieron a tiempo, a fuego, con esa gracia que quita las palabras, con un cielo apenas sobre el suelo. Pero el tiempo armó su lista de milagros y disparó los vicios en medio de la tormenta. Entonces se miraron por primera vez.